lunes, 9 de agosto de 2010

"Julita" (Primera parte)



Querido diario, hola, me llamo Julieta, mis papas me dicen Julita, mi hermano me dice julio, a mi no me gusta porque es nombre de varón, pero me parece que lo hace para molestarme nada más. El es más chico que yo. 

Yo nunca tuve un diario, vos sós el primero, y no sé cómo se escribe un diario, nadie me lo explico, así que no te enojes si escribo mal o algo. Mi tía Rosario te trajo el otro día porque cumplí años. Yo casi siempre veo la tele a esta hora, pero mi papi se enojo con mama por algo y tiro la tele del comedor al piso y se rompió, y se llevo la de mi pieza, así que por eso empecé a hablarte, porque estoy muy aburrida. Además como están gritando mucho me hacen doler la cabeza y de esta manera pienso en otra cosa. Mi hermanito está jugando con unos autitos acá cerca de mí. A mí no me gusta jugar con autitos, es cosa de chicos. Las muñecas son cosa de nenas, pero no tengo ninguna, asique a veces leo el manual del colegio. Me gustan mucho las cosas de la naturaleza, y en el manual hay un montonazo de esas cosas. Mi maestra dice que leo requeté bien. Los otros chicos del cole no leen tan rápido como yo. 
Bueno, mi hermanito me acaba de decir que en el diario intimo se cuenta lo que se hiso durante el día. No sé si es así, mañana le voy a preguntar a la señorita. Pero bueno, como no se me ocurre otra cosa para decirte ahora, te voy a contar como fue mi día. 

Hoy es domingo, a la mañana mama nos levantó temprano para llevarnos a la casa de la abuela. Desayunamos leche chocolatada caliente con galletitas de vainilla. Mama estaba con cara de enojada, y la abuela le repetía todo el tiempo que no puede seguir así. La abuela vive sola, porque el abuelito se fue al cielo hace mucho tiempo, desde antes que yo naciera o cuando yo era muy chiquita. Ni me acuerdo de él, solo lo vi en fotos que tiene la abuela en su habitación al lado de la cama. Valentino, mi hermanito, se volvió a dormir, estaba en el sillón de la abuela. Yo puse los dibus en la tele y mi mama y la abuela tomaban mate mientras hablaban. A mí no me dejan tomar mate todavía porque dicen que como tiene yuyos me va a hacer ir al baño todo el día. Igual me parece que no me va a gustar nada porque comparten la pajita y a mí no me gusta tomar de la misma pajita que los demás. Una vez la abuela me quiso dar mate de leche y no quise. 

A veces mientras estaban pasando la propaganda, escuchaba lo que hablaban mi mama con la abuela. Como es de mala educación interrumpir mientras los grandes hablan, yo me quedaba sentada mirando la tele pero escuchaba igual. No entendía todo lo que decían porque como estaba la tele prendida y ellas hablaban bajito para no despertar a Valentino, no escuchaba mucho. La abuela le decía que estaba arta de que pasara esto y mama le decía que estaba cambiando, que ya no lo hacía siempre. 
Un rato después sonó el teléfono. La abuela atendió y no habló nada, solo le pasó el teléfono a mama y dijo: - Tomá, es él.

-Hola- dijo mama. La abuela la miró enojada y se fue a la cocina, estaba preparando la comida. –no, no vengas. No quiero, quédate ahí, ahora estamos por comer. Estoy tan podrida, ni siquiera me llamaste, no dormí en toda la noche. Mas a la tarde vamos. Ahora estoy con mi mama. Los chicos están dormidos no molestes. Anda a dormir queres, que ni articulas palabra-.

Mama empezaba a ponerse mal, yo me di cuenta porque le cambio la voz, siempre que habla con papa por teléfono y pone esa voz después de un rato empieza a llorar, y después me hace llorar a mí, porque me da cosa verla así a ella. No entendí porque le dijo que estaba durmiendo si yo estaba despierta. Pero no pude escuchar mas nada porque la abuela me vino a buscar para que la ayude a poner la mesa. Mama después vino, despertó a Valentino y ayudó a la abuela a traer la comida a la mesa. Había hecho ravioles con salsa. A mí me encantan los ravioles que hace la abuela, son riquísimos. Miramos la tele mientras comíamos. Yo no le quise preguntar a mama nada de papa porque cuando la abuela le preguntó no le dijo nada. Después de comer me agarro sueño y mama nos llevo a la cama de la abuela a Valentino y a mí. Antes de que nos durmiéramos Valentino me preguntó dónde estaba papa y yo le dije que estaba muy cansado y que se había quedado en casa durmiendo. Jugamos a pellizcarnos un rato, después al veo veo, yo ganaba siempre porque elegía cosas que estaban un poco escondidas y que Valentino no las veía desde donde estaba. Después no me acuerdo nada mas asique me parece que nos quedamos dormidos. 

Más tarde ya estábamos en casa con papa, porque nos había ido a buscar a la casa de la abuela. Cuando me levante de dormir mama y papa estaban tomando mate hablando, así que ya se habían arreglado, papa me abrazo fuerte fuerte y me dijo que me quería mucho. Me preguntó que habíamos hecho y le conté de los ravioles de la abuela y de las pellizcos de Valentino y de todo.
La casa estaba toda desordenada así que mama se puso a acomodar y nos pidió que limpiáramos nuestra pieza. Como siempre, las cosas que había tiradas en el suelo eran de Valentino, asique nos peleamos porque él no quería hacer nada. Pero después termino levantando las cosas porque papa lo retó. Después comimos y miramos la tele un rato. Mama quería que ya nos vayamos a costar porque mañana hay que ir al cole, nos dijo que preparáramos el delantal, la mochila y nos vayamos a costar. Mientras estábamos en la pieza escuchamos que mama y papa empezaban a discutir de nuevo, no se escuchaba lo que decían, pero se notaba porque habían subido la voz. Después se escucho un ruido fuerte y yo me re asusté y Valentino también porque gritó re fuerte. Después vino mama llorando y nos dijo que estaba todo bien. Y desenchufo la tele de mi pieza.

-No mama! Quiero ver los dibujitos!- le gritó Valentino que estaba medio llorando todavía por el susto.
-No jodas Valentino, la otra tele se cayó y se rompió y papa quiere ver la tele. Mañana la llevo a arreglar y te devuelvo la tuya. Aparte es muy tarde ya. No es hora para mirar dibujitos, mañana hay cole. Asique a dormir, vamos.

Le puso el pijama, lo acostó en la cama y lo tapo. Le dio un beso en la frente y le dijo que sueñe con los angelitos. Yo no había terminado de armar la mochila, asique me dijo que después venia a darme un beso. Como después seguían gritando, Valentino se levantó y empezó a jugar con los autitos. Y como ya te dije antes, como la tele se rompió y me sacaron la mía, estoy muy aburrida y por eso empecé a escribirte. 

Ahora me agarro un poco de sueño, aparte mis papas ya dejaron de gritar, supongo que se habrán ido a dormir. Valentino se durmió también, ni me di cuenta. Paso un montón de tiempo, debe ser re tarde ya. Bueno, me voy a dormir Diario. Me gustó mucho contarte las cosas. Otro día si estoy aburrida te vuelvo a escribir. 

                                                                                  ...continuará...

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